Un desarrollo de visión artificial para combatir la ceguera, está siendo probado en la prov. De Neuquén. Es en esta provincia del sur argentino donde se están llevando a cabo las primeras pruebas de la máquina que envía imágenes al cerebro, y que reemplaza el ojo por la lengua como órgano de la visión. Con esta máquina el cerebro vuelve a recibir imágenes.
“Sí, es verdad, se puede ver a través de la lengua. No es una cosa mágica, aunque sí lo parece” dice Daniel Saez, un hombre de 30 años que quedó ciego hace ocho, como consecuencia de un accidente de tránsito.
“Esta tecnología se basa en que no vemos con los ojos sino con el cerebro; es decir vemos a través de los ojos y no con ellos, aunque parezca un juego de palabras. Los ojos envían una señal o muchas señales al cerebro, que a su vez nos devuelve las imágenes. Así, los ojos se transforman en un vehículo que lleva información que se decodifica en la materia gris, la encargada de transformar señales en imágenes.
Con este sistema No intervienen los órganos de la visión (ojo, cornea, retina, nervio óptico, etc) Lo que se utiliza es la parte del cerebro llamada corteza visual, la cual es capaz de recrear una imagen mental a partir de información que le llega del medio ambiente. En este caso, la información llega a través de la lengua, y lo que ocurre allí es algo similar a una especie de tacto con la lengua. Es decir que se recrea en la superficie de la lengua una figura igual a la que está filmando la cámara.
Con el debido entrenamiento, lo que ocurre es que uno deja de concentrarse en lo que esta sintiendo en la lengua, y directamente se abstrae u olvida de eso, y comienza directamente a procesar la información que está llegando. De esta manera, el cerebro comienza a recrear o construir imágenes mentales en base a lo que filma la cámara”.
El sistema Puerto Cerebral, comenzó a desarrollarse hace 30 años en Estados Unidos. Allí, el neurocientífico mejicano Paul Bach y Rita, fallecido a fines de 2006, comenzó a dirigir imágenes desde una cámara hacia el cerebro. Lo hizo a través de electrodos pegados a la espalda de voluntarios.
Fue así que descubrió que la lengua era un receptor especialmente sensible a estos tipos de señales. Por eso, puede aprovecharse para transmitir las señales recogidas por cámaras y luego enviadas a través de electrodos que se colocan sobre la misma. Paul Bach y Rita donó la patente a su club rotario, de Cuernavaca Juárez, y la bola comenzó a girar.
La máquina, llegó hasta Neuquén por una serie de acontecimientos que permitieron a dos clubes rotarios (uno argentino y otro mejicano) iniciar el plan para que el sistema llegue gratis a todos los ciegos del mundo.
“Es una nueva herramienta que nos puede dar independencia, porque en la calle estamos solos y en peligro” asegura Daniel desde la asociación donde trabaja y que todos los jueves se reúne de 19 a 21, en el Concejo Deliberante de Neuquén.
Para comunicarse con Daniel, pueden escribir a
danielcsaez@yahoo.com.ar
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